Esta película de nuevo, muestra lo que cada vez parece convertirse en algo habitual, a medida que va transcurriendo el tiempo: para convertirse en alguien y lograr hacer grandes cosas como es el caso del fundador de Facebook, es necesario engañar, traicionar y sobre todo no sentir a la hora de tomar decisiones, sino actuar en cualquier situación por interés propio.
Como en el caso de Silicon Valley, la mejor idea de la época, la más revolucionaria y prometedora, proviene de un engaño. En el primer caso, a base de pequeñas estafas dentro del mundo de los negocios, era necesario ser el más astuto y estar atento para adelantarse a cualquier persona que pudiera convertirse en competencia.
En este caso, todo se basa en la avaricia, y una vez más en acercarse a la gente equivocada, sabiendo que lo que únicamente buscan en ti, es el dinero, el prestigio y la fama.
Sin embargo no todo se basa en una idea. Las grandes ideas pueden quedarse en el tintero si no se encuentra la forma adecuada para llevarla a cabo. Es decir, aunque Mark Zuckerberg no fuera el pensador de la gran idea de una red social, no se le puede negar el mérito que tiene haber sabido desarrollar esa idea de la forma en la que consiguió expandir Facebook por todo el mundo.
El gran mérito, realmente es la capacidad de adelantarse en la historia, de tener una visión de futuro tan clara sobre lo que triunfaría en un futuro.
La gente hacía fotos para poder recordar un momento determinado, para que ese instante no pereciera en el mismo momento en el que ocurriera, sin embargo, con la creación de las redes sociales esta concepción cambia por completo. Como se nombra en la película en un momento determinado, la gente comienza a hacer fotos para poder colgarlas en internet. Para mostrarle al mundo la vida que tiene y poder recordar con todos con contactos esos momentos vividos anteriormente.
Gracias a esta comunicación la gente tímida o socialmente más aislada, tiene la posibilidad de relacionarse aunque sea de manera online. De conocer gente nueva, con la que poder compartir gustos musicales, sobre libros o cualquier afición. Siempre habrá alguien en internet, por muy extraños que sean, que comparta sus gustos, tu forma de vivir, de ligar o de ver la vida.
Por este motivo las redes sociales triunfan, porque todo el mundo tiene acceso a ellas, sin moverse de casa, y sabiendo que existe la posibilidad de conocer gente, de estar enterado de la vida que lleva la gente que conoces o de transmitir a través de ellas, sentimientos o ideas que, personalmente no harías por temor, vergüenza o miedo al rechazo.
Sin embargo todo tiene su lado negativo. Cada vez la comunicación se hace más fría entre las personas. A través de los móviles, las cámaras web, los chats y las redes sociales parece que la comunicación se convierte el algo mucho más fácil. Puedes contactar con la gente con sólo pulsar una tecla, y siempre puedes desconectarte si la situación se vuelve incómoda o ya no tienes más ganas. Sin embargo se pierde toda la comunicación no verbal, no se pueden apreciar las caras, los gestos o la cantidad de señales que la otra persona nos transmite con el lenguaje corporal, complementando sus palabras.
Las conversaciones se vuelven frías, no hay profundidad en ellas, la mayor parte de las cosas que se escriben en estas redes con banalidades, cosas sin ninguna relevancia que se escriben simplemente por costumbre o aburrimiento.
Por otra parte habría que mencionar el tiempo que se consume utilizando estas redes. La gente sale menos de casa, no queda para tomar algo o charlar, sino que existen horas “predeterminadas” a las que todo el mundo debe estar conectado. El problema es que esto se hace, a sabiendas de que ese tiempo se podría emplear en relacionarse directamente con las personas.
Bajo mi punto de vista, las redes sociales son el mayor invento del siglo XXI, toda nuestra vida gira en torno a internet, y qué mejor forma de convertirla aún más en virtual, que introduciendo la vida social también en él, sin embargo, creo que es necesario ser consciente de que tu vida no va a ser mejor porque en el “estado” lo ponga, o porque tengas más contactos agregados, creo que es imprescindible no olvidar que existe más vida social fuera del ordenador y que, por supuesto, es incomparable.