lunes, 12 de diciembre de 2011

ETA antes de la democracia

La banda terrorista ETA (Euskadi Ta Askatasuna) se declaró como tal en diciembre del año el 1958. La organización, tras haber descartado el nombre de Aberri Ta Askatasuna (ATA), debido a que ata en euskera significa pato y consideraron que podía quedar poco serio, decidió romper con el nacionalismo tradicional como el del PNV debido a la –según ellos- gran pasividad de sus predecesores ante el franquismo. Fue creada con motivo del fracaso de los jóvenes del grupo Ekin, que querían formar una organización juvenil que no estuviera ligada al PNV.

Con la aparición de la banda, se produjeron grandes transformaciones ideológicas dentro del nacionalismo ya existente. Aparecieron términos como medio ambiente o liberación social, y otros conceptos como confesionalismo o raza fueron transformados.

Uno de los rasgos más característicos de la ideología de banda era el activismo. La organización se estructuraba en varias ramas, como veremos más adelante, y una de las más importantes era la “rama activa”, que posteriormente se denominó “rama militar”, dejando claro entonces su intención e ideología.

La aparición de ETA en un principio fue para muchos un “renacimiento”. ETA intentaba convertir su lucha en un auténtico movimiento de liberación. De ello son fruto, por ejemplo, el teatro, la música, el sindicalismo, las escuelas sociales, entre muchos otros.

Los primeros años de ETA estuvieron caracterizados por un impulso de jóvenes que debían estudiar, prepararse para dotarse de una ideología. Sin embargo, a finales de 1959 pusieron de manifiesto la apertura de un frente armado de intervención política. Así fue como se colocaron las primeras bombas en el Gobierno Civil de Gasteiz, en el diario Alerta de Santander y en la comisaría de policía de Indautxu. Al poco tiempo la organización quedó desmantelada.  El 18 de Julio de 1961 fueron detenidos más de un centenar de militantes y simpatizantes de ETA. Fue un duro golpe para la banda.

Durante los años que siguieron, la banda terrorista se dedicó a quemar centenares de carteles franquistas, hicieron pintadas de Euskal Herría y colocó ikurriñas en cables de alta tensión. El día 7 Junio de 1968 Txabi  Etxebarrieta  fue abatido por la Guardia Civil en Olarrain (Tolosa). Cuatro años después ocurría lo mismo en Elizondo con el segundo militante de ETA Jon Goikoetxea. Desde ese momento ha ocurrido hasta 180 veces más a lo largo de su historia, ya sean presos, exiliados o deportados, la mayoría de ellos en enfrentamientos del Gal.

Diez años después de la muerte del primero, José Miguel Beñaran Argala (uno de los líderes de la organización en aquella época) afirmaba que la lucha armada no era de buen gusto para nadie, pero sin embargo necesaria. Se realizaron diversas  asambleas para decidir el futuro de la banda hasta que se llegó a la conclusión de que las áreas de enfrentamiento debían ser varias y diversas, siendo la lucha armada la que las uniría todas. Lo que pretendían realmente era convertirse en una conciencia de clase, no limitarse a ser unas simples siglas: "No basta una conciencia de clase, no basta una conciencia nacional, es necesaria una conciencia de clase nacional, puesto que sufrimos tanto de las estructuras capitalistas como las imperialistas". De esta forma la banda pasó de ser una organización activista a una organización militar.

Una vez terminada la Guerra Civil, se produjo desgraciadamente el primer secuestro. La víctima fue el cónsul alemán en Donostia, Eugen Beihl. Aquello se denominó el Proceso de Burgos. Posteriormente, en 1973, ETA se convirtió en la referencia organizativa contra el franquismo, no sólo en Hegoalde, sino en el conjunto del Estado español, al acabar con la vida del presidente del gobierno, el almirante Luis Carrero Blanco. A partir de este momento, de ETA salieron varios grupos de distintas tendencias políticas en menos de diez años. A partir de 1966, poco a poco sin embargo, estos grupos fueron abandonando y nuevos grupos se formaban, como las juventudes del PNV, la Liga Comunista Revolucionaria, etc.

A lo largo de su historia, ETA dejó constancia de su solidaridad con varios grupos armados de varios puntos del planeta, sin embargo no fue hasta 1972 cuando manifestó su apoyo al Frente de Liberación Bretón y al IRA.

En 1974, ETA decidió que era hora de reorganizarse, ya que el franquismo estaba en sus últimos momentos. Y así fue como nacieron los comandos especiales.



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