Tras aprobar en el 2005 y el 2008 el lanzamiento de los satélites de experimentación, GIOVE-A y GIOVE-B, comienza la segunda fase del proyecto apostado por la Comisión Europea y la Agencia Espacial Europea (ESA), que lo consideran fundamental en el desarrollo económico y social de la Unión Europea. En él se encuentra trabajando el 70% de la industria española del espacio. Se trata de construir un sistema global de navegación propio e independiente capaz de superar técnicamente al GPS (versión europea del Sistema de Posicionamiento Global estadounidense, GPS), lo que situará las tecnologías de navegación de Europa al nivel de Estados Unidos.
Así, hoy se llevaría a cabo el lanzamiento de los dos primeros satélites operacionales (de los cuatro destinados a la verificación del sistema) desde el Puerto Espacial Europeo, en la Guayana Francesa, siendo la primera vez que un cohete ruso Soyuz se lanza desde una base fuera de Rusia o Kazajstán.
Los satélites fueron transportados a primeros de septiembre, hasta la zona de lanzamiento, en el avión Antonov, protegidos por un contenedor acondicionado. El pasado mes de junio llegaba a la base el lanzador Soyuz ST-B junto a las etapas superiores Fretgat- MT, que se encargarán de guiar a los satélites hacia las órbitas operativas; y hace una semana lo hacía el personal de Thales y de la ESA, junto a los equipos auxiliares de verificación, para iniciar los preparativos. Esta mañana se ponía en marcha el ensamblaje final que permitirá el inicio del lanzamiento. Sin embargo, en las últimas horas, la ESA ha retrasado el lanzamiento, al menos 24 horas, debido a un problema técnico detectado durante el llenado de combustible del cohete.
A mediados del año que viene se lanzarán la otra pareja de satélites de “verificación de órbita” (IOV) que, junto a estos, permitirán verificar el funcionamiento del sistema, así como el diseño del mismo, antes de que sean lanzados los otros 26 que conforman la Constelación Galileo.
El proyecto ha supuesto millones de dólares a los contribuyentes europeos, y se estima que podrá ser usado por los consumidores hacia el 2015.
Por Mercedes Gil Antón.